Cuban Art: Ángel Ramírez, Cuban Contemporary Artist (Cuba Fine Arts)

Ángel Ramírez, born in Havana in 1954, stands out as one of the most innovative contemporary Cuban artists. His work is characterized by the creation of a complex web of visual languages that reach a remarkable poetic depth. Through conceptual metaphors, Ramírez manages to combine technical mastery and creative agility, allowing for a fluid transition between painting, engraving (particularly woodcut) and sculpture, without compromising the essence of its contents.

Ramírez’s approach to reality is incisive and critical. He draws from the harshness and tensions of the contemporary world the raw material for his narratives full of paradoxes and symbolisms. Themes such as farewells, chaos, loss of identity and human contradictions emerge in his work with a tone that alternates between cynicism and lucidity. His work challenges the viewer to reflect from a posture of intellectual resistance to the complexities and absurdities of modern life, confirming his place as a creator committed to art and social criticism.

  Por un par de años, los trillizos siameses son más jóvenes que el padre. La Bestia los engendró en pleno fragor delentusiasmo. Pronto se percataron de su destino:permanecer unidos más allá de cualquier circunstancia.Comparten el rumbo, la digestión y la certeza de una muerte simultánea. Tienen, eso sí, cabezas propias capaces de discurrir cada una a su manera (sin faltar al consenso).Sobreviven gracias a que, en cada momento, mantienen al menos un par de ojos bien abiertos
Nacido para volar eligió entrenarse en la observación y así poder husmear a distintas alturas. De cuando en cuando, si cree haber perdido la nítida visión de la que goza, se da un baño en aguas bien frías, a continuación, remonta de cara hacia los rayos del sol: en ese momento la opacidad desaparece. Igual, de no captar algún detalle recurre entonces a la suspicacia, a la imaginación fecunda o a los rumores para completar su informe.
La Bestia hizo de este su hijo predilecto, el hijo con quien se mostraba de lunes a domingo. Le hacía cuentos míticos del pasado y le dibujaba un futuro con ensoñaciones prominentes. Muchos los recuerdan juntos, como una pieza única, cohesionada y robusta. Pero el hijo creció, posee ya sus propios cuentos, sus propios sueños y una enorme urgencia de abandonar la tutela. Con un gesto brusco se ha dejado caer hasta desarticularse en fragmentos de distintos tamaños. Como cualquier criatura, cada pedazo manifiesta dobleces, por eso reciben indistintamente loas o censuras
A esta cabeza de madera, se le ha asociado por capricho colectivo con el padre de la bestia, e incluso, con la bestia misma.  No sé.  Ambos fueron en vida de frondosas cabelleras.  La cabeza en cuestión, calva, luce una enmarañada y falsa barba compuesta por el montón de exvotos y reclamos que la gente por años le ha venido colgando esperanzada.  Gente de todos los credos. Gente de todos los colores (cobalto, púrpura, tierra tostada, verde cerca, rosa viejo, azul ministro, blanco tiza, malva clarito u otros de los tantos del Pantone)
También hay hijas hembras. Una, la de cierto aire antiguo en atención a su peinado, supo ser distinguida, firme, modesta, diligente, soberbia, puta discreta, humilde, solemne, marcial o contestona según se requiriera, digamos que aferrada a las costumbres de cada momento y para el bien del padre, que era, sin dudas, el bien de la familia. Su cabeza se conserva todavía como trofeo de casa (sí, así, con s)

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